Realmente, como la mayoría de las pelis de los 80, no tenía un guión muy desarrollado, simplemente se centraba entorno a la estrella de turno, que en este caso era Stallone, y entorno a él surgía esta historia. Al final y al cabo, al bueno de Silvester siempre le gustó escribir guiones (véase la saga de Rocky, donde fue nominado como mejor guión y mejor película), y en esta ocasión no iba a ser menos, siendo uno de los coautores.
Lincoln Hawk (nuestro Sly) es un camionero que conduce un destartalado camión. Un día recibe la petición de su esposa (a la que abandonó, y en toda la cinta no se sabe la razón) de recoger a su hijo de una academia militar y traerlo para visitarlo. Pese al putadón de abandonarla, en ningún momento le muestra desprecio, al contrario se nota hasta un poco de cariño hacía él. Cariño que su hijo no demuestra hacia un tío que no conoce (más bien aparenta hasta desprecio). El hijo se ha educado en uno de los mejores colegios del país y tiene unos modales militar-elitistas que recuerdan a la forma de actuar de su abuelo (que es muchimillonaria, y que obviamente odia a muerte a Hawk).
Finalmente, pese al rechazo de su abuelo, el hijo comienza un viaje en camión de tres días con su padre, para poder visitar a su madre. Al principio la convivencia es un tato mala, hasta que descubre la pasión que mueve a Hawk, la lucha de pulsos. Una americanada más que finalmente consigue unir a padre e hijo, hasta que llegan a ver a su madre y descubren que apenas unas horas antes había muerto. El hijo se revela, y comienza a odiar de nuevo a su padre, con lo que hunde definitivamente a Hawk, que toma la decisión de participar en una competición nacional de pulsos en Las Vegas con el único objeto de ganarse el respeto de su hijo y conseguir el premio principal (apuesta por él lo único que tiene, el dinero que sacó al vender su viejo camión), que no es otra cosa que un peazo de camión de última generación. Su objetivo comenzar de nuevo con su hijo.La trama no la desvelaré, pero dejo una de las escenas más interesantes de la película: el duelo final entre Hawk y Bull Hurley (el malo-cabrón de turno)… Eso sí, recordad una cosa, si no tenéis casi nada y las apuestas os dan 18-1, no dudéis y apostad todo por vosotros mismos, en el peor de los casos no perderéis nada, y en el mejor…
http://www.youtube.com/watch?v=txUIq2O3wPE
Una vez más el bueno de Sly demuestra que es capaz de interpretar como nadie el papel de perdedor nato al que se le da una oportunidad.
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